lunes, 19 de noviembre de 2012

PERIODIZACION


Doctor en Ciencias del Deporte “UCLM” Toledo. Máster en Alto Rendimiento Deportivo 
Universidad Autónoma de Madrid, y Centro Olímpico de Estudios Superiores, Madrid
Entrenador Superior de Natación, RFEN. Madrid
Diplomado en Natación de Alto Rendimiento, Leipzig Universidad, Alemania
Posgraduado en Metodología del Entrenamiento Deportivo
“ISCF Manuel Fajardo” La Habana
Dr. Juan Jaime Arroyo Toledo
(España)

Resumen
          Las bases de la periodización tradicional establecidas cinco décadas atrás han sido estudiadas por numerosos investigadores que coinciden en afirmar que periodizar requiere de modulaciones en las variables de volumen, intensidad y frecuencia del entrenamiento. Modelos contemporáneos de periodización sugieren aceptar nuevas realización de las exigencias modernas para los deportes competitivos. De estos modelos contemporáneos de periodización la que representa un especial interés por seguir un desarrollo radicalmente distinto para alcanzar la forma deportiva basada en la periodización propuesta por Matveiev (1977) es la periodización inversa recientes resultados demuestran su aplicabilidad con deportistas en formación en deportes competitivos.
         


    Tradicionalmente es atribuido a los científicos y preparadores deportivos del antiguo bloque soviético la popularización del entrenamiento deportivo organizado en periodos específicos de preparación, aunque hay evidencias de que antes de la popularización de la periodización del entrenamiento ya se seguían organizaciones similares de preparación en países como los Estados Unidos de Norte-América así como en Alemania, Nueva Zelanda y Finlandia (Navarro, 1998; Kraemer y Fleck, 2007)
    Al transcurrir los años 60´s junto con el éxito deportivo de la delegación soviética en los juegos olímpicos de Helsinki, el científico Lev Matveiev expuso y popularizó su “Teoría General del entrenamiento deportivo” fundamentada en las leyes biológicas y en particular en la del síndrome general de adaptación al estrés planteado por Hans Seyle. La definición de la forma deportiva difundida por Matveiev, (1977) es entendida como “el estado de predisposición óptima para la consecución de los logros deportivos” y que es posible alcanzar mediante una detallada organización del programa de entrenamiento en ciclos periódicos. Estos ciclos son definidos por Matveiev, (1977) como periodo preparatorio, periodo competitivo y periodo transitorio (figura 1). Complementariamente estos periodos son análogos a la forma deportiva que transcurre por 3 estados: adquisición, mantenimiento y pérdida temporal de esta forma deportiva (Matveiev, 1977; Navarro, 1998)
Figura 1. Periodización del entrenamiento según Matveiev (1977)
    La vía fundamental de la adquisición y mantenimiento de la forma deportiva está basada principalmente en el manejo y modulación del volumen e intensidad de los estímulos, tareas o ejercicios y que junto con la complejidad del ejercicio constituyen la carga del entrenamiento. La modulación de estas dos variables, volumen e intensidad, se incluyen en los programas de manera inversamente proporcional, iniciándose el periodo preparatorio con volúmenes que van en continuo aumento con intensidades moderadas, para posteriormente en el periodo de mantenimiento invertir esta condición a razón de reducir el volumen de entrenamiento e incrementar la intensidad con la finalidad de preparar el organismo humano a la competición y de este modo alcanzar un estado mejorado de rendimiento referido en el concepto de forma deportiva (Matveiev, 1977; Bompa, 1983).
    Aunque algunos estudiosos del entrenamiento deportivo como Kotov, Pihkala, Ozolin y Letunov, entre otros, ya proponían y practicaban algún tipo de periodización del entrenamiento (García Manso, 2000) es atribuido a Matveiev, la difusión y popularización de los conceptos de la planificación y programación del entrenamiento deportivo y continuamente algunos autores en sus textos le consideran el padre de la periodización deportiva.
    Actualmente tanto investigadores como entrenadores, coinciden en que el entrenamiento periodizado requiere del control de las variables de volumen, intensidad y frecuencia del entrenamiento considerando que la correcta modulación de estas variables es la clave para lograr aumentos de rendimiento y de este modo alcanzar las distintas metas establecidas a lo largo del proceso de entrenamiento. La mayoría de estos autores abogan por los programas periodizados por sus resultados sobre los programas no periodizados en los que existe la carencia de alguna de las variables ya antes mencionadas de volumen, intensidad o frecuencia del entrenamiento (Stone et al. 1999; Fleck, 1999; Rhea y Aldeman, 2003; Kraemer y Fleck 2007).
    Una de las aportaciones más importantes en torno a la investigación de la efectividad de la periodización del entrenamiento la realizan Rhea y Aldeman, (2003) quienes realizaron un meta-análisis de los resultados de programas periodizados versus programas no-periodizados a partir de la publicación de estudios científicos desde el año 1962 hasta el año 2000. Para la selección de los estudios que se podían incluir en el análisis estadístico las palabras claves de búsqueda fueron: periodización, entrenamiento de la fuerza, ejercicio anaeróbico, entrenamiento de la resistencia, y halterofilia. El siguiente criterio de inclusión fue que el estudio seleccionado hubiese realizado la comparación de programas periodizados y no-periodizados de entrenamiento de la fuerza o potencia y que el estudio incluyera datos de los resultados de valoración de fuerza o potencia tanto previas como posteriores a la intervención. Finalmente, estos resultados debían mostrar diferencias significativas entre grupos. La selección incluyó únicamente 11 estudios que cumplían estos criterios y a partir de ellos se realizó el meta-análisis. Los estudios incluidos se transcriben textualmente a continuación: (Baker, Wilson, y Carlyon, 1994; Herrick y Stone, 1996; Kraemer, 1997; Kraemer et al., 2000; Kraemer et al., 1997; Marx et al., 2001; McCarthy, 1991; Mcgee, Jessee, Stone, y Blessing, 1992; Schoitz, Potteiger, Huntsinger, y Denmark, 1998; Stone et al., 2000; Willoughby, 1992). El resultado del meta-análisis reflejó como resultado del análisis del tamaño del efecto (TE=0.84).
    La conclusión de Rhea y Aldeman, (2003) es “que el entrenamiento periodizado es más efectivo que el entrenamiento no-periodizado tanto para hombres como mujeres, así como personas de distintos niveles de preparación y edades, y que cuando se tiene en consideración las variables de volumen, intensidad y frecuencia en el programa de entrenamiento, éste se manifiesta en adaptaciones que producen un mejor rendimiento físico”.
    Para Stone et al. (1999) la periodización es definida como: “La manipulación y lógica variación del entrenamiento para lograr objetivos específicos de rendimiento”. Complementa esta conceptualización agregando: “variaciones sencillas del entrenamiento, volumen e intensidad pueden ofrecer beneficios, disminuyendo las posibilidades del síndrome de sobre-entrenamiento y mejorando así el rendimiento deportivo. La variación periodizada con la secuencia específica de selección de ejercicio, el volumen, y factores de intensidad ofrecen un método superior de desempeño”. Otros autores definen la periodización como la organización cíclica y gradual de los ejercicios del entrenamiento siguiendo los principios de especificidad, volumen, intensidad y frecuencia del entrenamiento con el objetivo de alcanzar altos niveles de rendimiento deportivo en las competiciones más importantes (Harre, 1982; Bompa, 1983).
    En cuanto al entrenamiento de la resistencia, tradicionalmente la periodización clásica del entrenamiento deportivo se inicia haciendo énfasis en el desarrollo una amplia base aeróbica dentro del periodo preparatorio general y para lograr este fin son empleados entrenamientos generales de alto volumen y baja intensidad, progresando gradualmente hacia un entrenamiento de mayor intensidad y menor volumen a medida que avanza en el ciclo de preparación hacia el periodo competitivo. Autores como Rhea y Aldeman, (2003) Kraemer y Fleck, (2007) sugieren profundizar en la investigación de la periodización del entrenamiento de la fuerza y de la velocidad para establecer la dosis óptima de carga de trabajo de esta capacidad física y que en algunos puntos clave puede diferir del entrenamiento de la resistencia.
    Por su parte Fleck y Kraemer, (2004, 2007) establecen una clara diferencia no solo entre el entrenamiento de fuerza o de resistencia, sino además entre las terminologías usadas para hacer referencia a un tipo de entrenamiento de otro. Por ejemplo, en el entrenamiento de la resistencia la terminología Norte-Americana tradicional prefiere hacer uso de los términos pretemporada, temporada y postemporada para referir a lo que en la periodización tradicional equivaldría a los periodos preparatorio, competitivo y transitorio; y en el caso del entrenamiento de la fuerza es más común el uso de términos como: periodo de hipertrofia, fuerza y potencia, y descanso activo como se puede ver en la figura 2.
Figura 2. Denominaciones para la temporada deportiva (Fleck y Kraemer, 2007)
    Una de las oportunidades de investigación que representa el estudio de la periodización del entrenamiento deportivo, se deriva del hecho de que las primeras y principales críticas y propuestas de ajustes a la periodización clásica o tradicional, la realizaron investigadores y científicos de la misma ex Unión Soviética. Autores como Issurin y Kaverin (1985) y Verkhonshansky, (1984) promovieron variantes de la periodización tradicional con los modelos de Bloques (Block Shock Periodization), y de bloques concentrados (Block Training Sistem) y que actualmente junto con la periodización tradicional y el macrociclo integrado de Navarro (1999), son algunos de los más conocidos y referenciados en artículos y publicaciones según García Manso (2000) y que son expuestos en la figura 3.
Figura 3. Modelos contemporáneos de periodización del entrenamiento. Arroyo-Toledo (2011)
    Actualmente existe un mayor consenso en la afirmación de que las mejoras en rendimiento y competición deben ir orientadas al incremento de la intensidad en las cargas de trabajo, manteniendo los volúmenes de entrenamiento o incluso disminuyéndolos. Verkhonshansky, (2004) al respecto estableció: “Hoy la tendencia de aumentar la intensidad del entrenamiento para aumentar la eficacia del proceso de la preparación, especialmente para el atleta de alto rendimiento es lo más conveniente y debe ser utilizado con mucho cuidado según el requerimiento del atleta, el nivel de su preparación y el calendario de competiciones. Hay muchos medios empleados que han comprobado su efectividad. La mejor manera de mejorar los resultados proviene del correcto uso del método y sistema
    En unas de sus más recientes publicaciones, Issurin, (2010) textualmente cita “ la necesidad de cambiar la vieja teoría de formación y aceptar una nueva realización de las exigencias modernas para los nadadores competitivos” El mismo autor destaca cuatro debilidades de la periodización tradicional por la concurrencia de múltiples capacidades a desarrollar al mismo tiempo dentro del periodo preparatorio; Por su parte Fleck, (1999) después de estudiar detalladamente las más importantes investigaciones en torno a la periodización hasta 1994; analiza y destaca los trabajos de 7 renombrados autores y sus colaboradores (Stone, Stowers, O´Bryan, Mc.Gee, Willoughby, Baker, y Kraemer), concluyendo que deben hacerse estudios que permitan una mayor inclusión de mujeres, niños y adultos mayores en nuevas investigaciones y al mismo tiempo de incluir en estos estudios datos de las modificaciones a nivel de composición corporal; investigación del rendimiento motor a corto y largo plazo, además de experimentar con nuevas fórmulas de organización de la periodización del entrenamiento.
    En su más reciente publicación el Dr. Fernando Navarro, (2010) hace referencia distintas periodizaciones empleadas para el entrenamiento de la natación, además de la periodización clásica de Matveiev, y de las cuales además de las ya anteriormente citadas periodización ATR de Issurin y Kaverin, BTS de Verkhonsanski, y macrociclo integrado e Navarro; la que representa un especial interés por seguir un desarrollo radicalmente distinto para alcanzar la forma deportiva basada en la periodización propuesta por Matveiev, (1977), es la periodización inversa de la que se destacan las siguientes diferencias y que quedan señaladas en la figura 4:
  1. La organización de la carga del entrenamiento sigue un modelo en el que la intensidad de competición se entrena desde el principio del macrociclo de preparación y el volumen es construido en los siguientes mesociclos.
  2. La segunda diferencia radica en evitar el trabajo de preparación general, pues las cargas de trabajo van directamente organizadas en función de la especialidad deportiva.
    Aunque no es nuevo el concepto de periodización inversa, si es reducida la bibliografía de procesos experimentales con resultados de la interconexión de cargas de entrenamiento basada en este modelo de preparación.

Figura 4. Modelo de periodización inversa. Arroyo-Toledo (2011)
    Ebben (2004) estudiaron los resultados tras 8 semanas de entrenamiento entre dos grupos (N=26) cada uno formado por 13 mujeres competidoras del deporte de remo a nivel de iniciación y de campeonatos universitarios. Uno de los grupos (H. Load) realizó una periodización tradicional mediante un trabajo de alto-volumen/baja-intensidad al inicio del estudio y posteriormente realizó el tránsito a alta-intensidad/bajo-volumen. El segundo grupo (H. Repetition que también fue denominado Reverse steep loading periodization) realizó un trabajo de bajo-volumen/alta-intensidad, a alto-volumen/baja-intensidad. Al final del estudio los autores concluyen que la periodización tradicional resultó más efectiva para la mejora de rendimiento para el grupo de competidoras de nivel de campeonato universitario, y que la periodización inversa resulto más efectiva para competidoras relativamente poco entrenadas.
    Por el contrario Sweetenham y Atkinson, (2003) consideran que este tipo de periodización no es recomendada para nadadores con experiencia competitiva menor a 10 años de preparación ya que podrían no tolerar la alta demanda de intensidad característica de este modelo de periodización.
    Arroyo-Toledo (2011) realizaron el primer estudio experimental en el deporte de la natación en que participaron 25 nadadores españoles de nivel regional y nacional con una media de experiencia en la competición de 5 años. Los participantes fueron divididos en dos: grupo de periodización tradicional (GPT) y grupo de periodización inversa (GPI) y que entrenaron respectivamente durante 14 semanas los programas antes señalados. Al final del proceso experimental el grupo de periodización inversa mejoro significativamente (p<0,05) la prueba de competición de 100 metros libres por encima de los resultados obtenidos por el grupo de periodización tradicional.
    Los resultados del citado estudio contrastan con las aseveraciones de Sweetenham y Atkinson (2003) debido a que ambos grupos participantes del estudio de Arroyo-Toledo (2011) son de mediana experiencia considerando los 10 años de práctica deliberada que aseguran los expertos como pre-requisito del alto rendimiento (Navarro, 2010).
    Los resultados expuestos por Ebben (2004) y Arroyo-Toledo (2011) sugieren que este modelo de preparación es útil y adecuado en la preparación de deportistas en formación, sin embargo aun son necesarios realizar más estudios experimentales que integren competidores de distintos niveles de edad y competición, que permitan confirmar la eficacia del modelo de periodización inversa en los deportes de competición.
    De lo expuesto anteriormente, podemos resumir que:
  • La periodización inversa constituye una variante a las distintas formas de organización de la periodización deportiva.
  • Su organización es de manera inversa o contraria a la periodización tradicional; iniciando el ciclo de preparación desde las altas-intensidades/bajo-volumen a alto-volumen/baja-intensidad; donde la base del entrenamiento de potencia y velocidad especifica de competición asegura la efectividad de los siguientes ciclos de preparación.
  • Mientras unos autores consideran que la periodización inversa es útil solamente con atletas consagrados otros expertos difieren, aportando resultados experimentales que sugieren que es de útil empleo con atletas en formación.
  • Que ha sido poco estudiada y que es reducido el número de textos científicos que hayan comprobado su uso y aplicación en las distintas disciplinas del deporte competitivo.

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